Los primeros en llegar, en junio de 1865 para preparar el terreno,
Edwyn Roberts (ER1) (ER2) y Lewis Jones (LJ) hablan de construcciones
de tosca que terminaron siendo de madera. Ninguno de los dos menciona
la existencia de excavaciones al momento de su llegada, cosa que
sí hicieron con el Fortín Viejo, en TreRawson; también
hablan de un pecio cercano al campamento. Las excavaciones de Punta
Cuevas aún hoy son llamativas y su presencia no pudo haber
sido inadvertida por quienes pasaron semanas en esta bahía,
por lo que puede suponerse que no existían entonces.
Henry Libanus Jones en 1854 (CD1), cuenta que en el extremo del
Golfo Nuevo se hallaban restos de ollas de balleneros, pero no menciona
que hubiera excavaciones. Richard J. Berwyn en su publicación
del diario de Lewis Humphreys (LH), se refiere a Puerto Madryn como
"Puerto de las Ollas" (Pot Harbour) y hasta 1886 esas
ollas aparecen mencionadas por Llwyd Ap Iwan (AI), quien se las
adjudica a loberos.
De los viajeros del Mimosa, los testimonios escritos de Abraham
Matthews (AM), Thomas Jones Glan Camwy (TJ), y Lewis Humphreys (LH)
hablan de una hilera de cabañas. Los diarios de viaje de
Hugh Hughes Cadfan y Joseph Seth Jones (JJ), se interrumpen el día
de la llegada, 28 de Julio de 1865, pero el último (citando
las palabras de bienvenida de Lewis Jones) precisa en dieciséis
el número de las cabañas. Según Richard J.
Berwyn las mismas eran quince (RB).
Refiriéndose a los preparativos de partida en 1867, John
D. Evans expresa claramente que se refugiaron en los cortes de la
tosca (JE) pero no aclara si se hicieron en tal ocasión o
si estaban hechos de antes. Esta omisión no es sorprendente
ya que en 1865 Evans sólo tenía tres años.
En las dos décadas siguientes aparecen unos pocos documentos
de relevamientos del área (mapas, mensuras, informes), que
aunque no se ocupan directamente de las excavaciones de Punta Cuevas,
permiten ubicar el primer campamento en ese lugar (y quizás
también inferir la continuidad de la actividad, esporádica,
en ese preciso sector de la costa, como plantea Destefani (LD1)
(LD2). Esta serie está integrada por el informe de 1866 del
agrimensor Julio V. Díaz, que hizo el primer loteo del valle
(JU), el informe del capitán Dumistown, de la cañonera
británica Cracker, de 1871, que da una completa descripción
de la Colonia (DC), el informe del capitán Fairfax, de la
Volage, en 1876, que presenta un mapa del extremo oeste del Golfo
Nuevo (FV). Existe otro mapa del mismo sector del golfo, firmado
por el comandante A. Lasserre en 1881, cuando el gobierno argentino
planeaba la instalación de un puerto en la zona (AL). Finaliza
la serie un plano de 1884, elaborado por el Ing. E. Williams, en
el que se señalan los terrenos concedidos a la Compañía
del Ferrocarril Central Chubut (EW).
A mediados de la década de 1880, dos documentos aluden directamente
a las primeras construcciones de Punta Cuevas. Se trata de sendas
narraciones de viajes de exploración a la península
Valdés realizados por Thomas B. Phillips en 1885 (TP) y por
el Ing. Llwyd Ap Iwan el año siguiente (AI). Si bien sus
autores no fueron testigos presenciales del desembarco del Mimosa,
han sido colonos conspícuos, sin duda interiorizados de la
historia previa a su llegada. También debe retenerse la posibilidad
de que algún testigo presencial integrara esas expediciones,
con lo cual los autores habrían transmitido información
de primera mano sobre la ubicación del campamento y el origen
de las excavaciones de Punta Cuevas.
Información de este tipo se encuentra sólo en una
publicación de 1910. Fue escrita por un testigo presencial,
Richard Jones Berwyn quien hizo algunos agregados al diario del
Reverendo Lewis Humphreys (LH) cuando lo publicó en "Y
Drafod" en ocasión de la muerte del religioso.
Los trabajos históricos posteriores, cuando se refieren concretamente
al tema del desembarco, se basan en las fuentes más arriba
citadas o remiten a la tradición oral. Sin embargo en los
años 1931 y 1932, el semanario Golfo Nuevo, de Puerto Madryn,
informa brevemente del hallazgo de "vestigios de las primeras
viviendas galesas", en Punta Cuevas (GN) y transmite el testimonio
de un testigo presencial del desembarco del Mimosa. Ithel Berwyn
(1935) (IB) y Evan Thomas (1950) (ET) sitúan el desembarco
en Punta Cuevas, mientras que otros mencionan los refugios excavados
en la roca: Horwell Davies 1960 (HD), Bryn Williams 1962 (BW), E.
Bowen 1966 (EB), Glyn Williams 1975 (GW). Sólo el informe
de Juan Meisen (1984) (JM), que trata tangencialmente el tema del
desembarco, introduce elementos de duda.
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