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Primera
huella de la colonización galesa en la Patagonia, por
Fernando Coronato |
Fernando
Coronato - Datos del Autor |
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Nació en Buenos Aires en 1955.
Desde muy jóven recorrió la Patagonia, atraído
por su geografía y de su historia.
Es geógrafo-matemático egresado del IGM en 1975. En
1978-79 cursó estudios en la Universidad de Bretaña,
en Brest, Francia, región en donde entró en contacto
con la cultura céltica, que lo fascinó.
En 1980 se radicó en Puerto Madryn, donde pudo unir su amor
a la Patagonia y a lo Celta, a través del estudio de la colonización
galesa del Chubut. Obtuvo la Licenciatura en Geografía en
la Universidad Nacional de la Patagonia, Trelew, en 1984.
Ejerce su profesión en el Centro Nacional Patagónico,
CONICET, en Puerto Madryn, dentro del Area de Ecología de
Zonas Aridas, especializándose estudios climatológicos.
Fue socio fundador de la Asociación Cultural Galesa de Puerto
Madryn en 1985 y presidente de la misma en el bienio 1990-92. Desde
1994 trabaja en el rescate de las ruinas del primer poblado galés
en la Patagonia, en Punta Cuevas, sitio que había caído
en el olvido.
A fin de poder consultar fuentes históricas originales, estudia
galés desde 1982 habiendo realizado cursos de perfeccionamiento
en Gales. Además de las publicaciones específicas
de su profesión, ha publicado diversos artículos sobre
la colonización galesa del Chubut en medios locales. El resultado
de sus investigaciones sobre el primer asentamiento galés
fue publicado por The Welsh History Review (12/1997: 635-666) bajo
el título de The first Welsh footstep in Patagonia.
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La
hipótesis de que el sitio primitivo de Puerto Madryn haya estado
ubicado en Punta Cuevas es la versión de la historia oral.
Esta versión está muy difundida pero no ha sido suficientemente
documentada. En los últimos años ha sido puesta en duda
y se ha presentado una hipótesis alternativa aunque tampoco
suficiente- mente documentada. Este trabajo presenta una serie de
citas documentales de testigos presenciales o inmediatamente posteriores.
Se deduce la veracidad de la primera hipótesis, que por último
es explícitamente corroborada por un testigo presencial. Se
concluye destacando la importancia de proteger el sitio de Punta Cuevas,
en donde existen ruinas de este asentamiento que marca el inicio de
la colonización definitiva del Chubut. |
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El arribo de los
colonos galeses a la Patagonia en 1865 se inscribe en el marco de
la gran inmigración europea que recibió la Argentina
desde mediados del siglo XIX. Presenta el interés de ser la
primera colonización exitosa de la Patagonia argentina al sur
del río Negro. En 1843 Chile se había instalado en el
Estrecho de Magallanes y Gran Bretaña ocupaba las Islas Malvinas
desde diez años antes. Loberos franceses y norteamericanos
frecuentaban las solitarias costas. Sólo Luis Piedrabuena,
en la isla Pavón, se empeñaba en hacer flamear la bandera
argentina.
El establecimiento de la Colonia Chubut convenía a los intereses
de Buenos Aires de sentar su dominio en el área y también
respondía al interés de un grupo de nacionalistas galeses
de escapar al dominio inglés. Ellos deseaban establecerse en
una tierra desocupada donde poder desarrollar libremente su cultura,
diferente de la anglosajona.
Los detalles de los preparativos y la instalación son suficientemente
conocidos y no viene al caso volver a tratarlos aquí. Basta
la lectura de dos protagonistas de los hechos, Lewis Jones y Abraham
Matthews, para apreciar las tremendas dificultades iniciales.
El primer grupo, de poco más de 150 personas, en viaje directo
desde Liverpool a bordo del "tea-clipper" Mimosa, llegó
a Puerto Madryn en julio de 1865.
El lugar en donde se instalaron las primeras construcciones permanece
en discusión y todavía no ha sido fehacientemente determinado,
a pesar de tratarse de un hecho relativamente reciente y bastante
bien documentado.
De acuerdo con la tradición oral, el desembarco de 1865 se
produjo en la zona de Punta Cuevas, al sur de la ciudad. Las primeras
viviendas habrían sido, justamente, cuevas. Sin embargo, la
falta de precisiones al respecto dio lugar a que, a mediados de la
década de 1970, surgiera otra hipótesis. Según
ésta, el primitivo campamento se situaba al pie de la loma
donde se levanta el Chalet Pujol, donde antaño se formaban
lagunas de agua de lluvia (Laguna de Derbes). Administrativamente
el barrio sur de Puerto Madryn se denomina "del Desembarco",
pero la entidad local de estudios históricos difundió
la hipótesis más moderna.
Es
evidente que las cuevas de la punta homónima, que la marea
sumerge dos veces por día, no pudieron ser el refugio que la
tradición oral sostiene. En cambio, muy cerca de allí,
sobre la cara oeste de la Punta Cuevas, existen unas excavaciones
artificiales, ubicadas en hilera por encima del nivel de la pleamar,
que podrían considerarse como lugar transitorio o primitivo
de refugio. Tienen el tamaño de habitaciones pequeñas;
hay cinco relativamente bien mantenidas, dos semiderruídas
por el mar y vestigios de una octava. El trecho inmediato de la costa,
hacia el sur, a lo largo de unos 45 metros, muestra indicios de haber
sido trabajado de la misma forma (N. Weiler, com.pers.). Este último
sector, por su ubicación ha sufrido mayor erosión marina
y sólo puede presumirse la existencia de unos ocho o nueve
cubículos más, con lo que en total serían unas
quince o dieciséis "habitaciones".
Aunque la tradición oral cuenta que los colonos del Mimosa
se refugiaron en "las cuevas" , no se sabe con certeza si
las mismas son las ruinas existentes, ni si estas excavaciones son
contemporáneas a la llegada de los primeros colonos. Los testigos
presenciales deben haber vivido tan intensamente aquel momento que
no se detuvieron en dejar detalles. Esta falta de precisiones hizo
que la poca información existente no fuera considerada y dio
lugar a que algunos estudiosos locales afirmaran que el primer asentamiento
de Puerto Madryn estaba en otro lugar. También colaboró
en esta desinformación, el hecho de que la mayor parte de la
documentación estuviera escrita en galés, siendo su
publicación en castellano bastante reciente y aún incompleta.
Por estos motivos resulta útil recopilar la información,
escasa y dispersa, que pueda dilucidar el tema.
Tras reunir y analizar la información disponible, este trabajo
tiene por objetivos: a) verificar la tradición oral acerca
del desembarco e instalación de los primeros colonos galeses
en Punta Cuevas y b) corroborar que las ruinas existentes en el lugar
pertenecen a esa instalación. |
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Fernando Coronato: coronato@cenpat.edu.ar |
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