¡¡¡Qué fríoooooo!!!
“¡Abrigate que hace frío!”, “No salgas así que te vas a enfermar”. Es lindo el invierno ¿no? ¡Pero qué molestas se ponen las madres en esta época! Y bueno, en realidad tienen razón, a veces nos pasamos del límite y terminamos resfriados.
La mayoría de los mamíferos tienen a sus crías en primavera, cuando ya hace calorcito, así éstas pueden desarrollarse y volverse fuertes antes de pasar su primer invierno…¿Y qué hacen las ballenas en invierno?
Los misticetos (cetáceos con barbas o ballenas) presentan un comportamiento interesante. Por ejemplo, la Ballena Franca Austral, para pasar los meses de invierno migra hacia las bahías protegidas de aguas templadas de Península Valdés, en la provincia de Chubut, Argentina, ¡donde nosotros las vemos llegar a partir de mayo!
Aún no sabemos bien cuáles son sus áreas de alimentación, pero sí sabemos que se alimentan en aguas frías, ricas en krill, durante los meses de verano. Por 4 a 6 meses comen y comen, y el exceso de alimento se acumula desarrollando una capa de grasa aislante.
¿Sabías que el ser humano, en el agua, pierde su calor corporal 25 veces más rápido que en tierra? Por eso los surfers y los buzos utilizan un traje de neoprene como aislante, ya que pasan mucho tiempo en el agua practicando.
Para las ballenas, la capa de grasa es como si estuviesen cubiertas por un traje de neoprene todo el tiempo, que las protege del frío. Así, la Ballena de Groenlandia se alimenta en las frías aguas árticas y posee una capa de… ¡hasta 50 cm de espesor!
El “traje” de la Ballena Franca Austral también llega a 50 centímetros de espesor en algunas partes de su cuerpo. Como los ballenatos recién nacidos no poseen una capa tan gruesa, sus madres permanecen varios meses en las templadas aguas de Península Valdés ¡en ayunas! (sin alimentarse) y dándole a sus crías leche rica en grasa, que acumularon en los meses de verano, proporcionándoles así de a poco ese “traje de neoprene”.
Luego de unos meses, los ballenatos ya han nacido, se han alimentado con leche de su mamá y tienen una buena capa de grasa. Ya están listos para migrar a aguas más frías sin riesgos de “resfriarse”.
Aún en aguas polares, los cetáceos logran mantener su temperatura corporal constante: de 36º a 38º…¡muy parecida a la nuestra! ¿Qué otras cosas tendremos en común con las ballenas? Es interesante poder descubrir tantas semejanzas que nos acercan a ellas…Chicos, ¡que hayan tenido unas lindas vacaciones de invierno!
Fuentes:
- Boletín de Divulgación Técnica Nº 4. Acerca de las ballenas - información básica para docentes (extracto del programa educativo IWC).
- OWD – Manual de buceo
- Las Ballenas Francas Australes de Argentina – DVD 2006
Actividad:
Averiguá para qué les sirve la grasa a las ballenas, además de mantener su cuerpo caliente. Te damos dos pistas: tiene que ver con la forma del cuerpo y con la alimentación.
Buscá las respuestas en los Recursos educativos de www.icb.org.ar
Ballenas en números
En el siglo pasado, durante la época de caza ballenera comercial, se calculó que una ballena de 27 metros de largo y 122 toneladas de peso (familia Balaenopteridae o de los rorcuales), rendía un 44 % de carne, 21,60 % de grasa, 18,80 % de huesos, 2,60 % de lengua y el resto en vísceras
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