EN LA SECRETARÍA DE TURISMO ATENDIERON MÁS DE CINCUENTA CONSULTAS POR HORA
El aluvión turístico cambió el paisaje costero durante todo el fin de semana

Las plazas de alojamiento en Puerto Madryn, durante este último fin de semana largo del año, estuvieron totalmente ocupadas, salvo algunas que no llegaron a ser ocupadas debido a que integran establecimientos dedicados al turismo internacional, en el que los costos que se facturan son diametralmente distintos a los demás hoteles de la ciudad.
Ese aluvión turístico obligó a que en la Secretaría de Turismo de Puerto Madryn se debiera continuar con el desvío de las consultas de los pasajeros hacia hoteles de las ciudades de Trelew, Rawson y Gaiman.
Pero en la ciudad costera, su frente marítimo registró un cambio de apariencia debido a la gran cantidad de delegaciones estudiantiles que aprovecharon el excelente clima del sábado para instalarse en diferentes sectores, desde el parque ubicado en proximidades del ingreso al muelle de cruceros, hasta la segunda rotonda del boulevard Brown, para improvisar campings, tomar mates, degustar algunos sándwich y charlar durante largo rato.
Claramente identificados como grupos, por vestir indumentarias similares, su presencia contrastó con  grupos de jubilados que también recorrieron varias oportunidades el sector de la rambla.
También pudo observarse a muchos visitantes y a los primeros residentes locales, tendidos sobre la arena de la playa para capturar los primeros rayos de sol gracias a los más de veinte grados de temperatura y con el objeto de comenzar a transformar la blancura de la piel en un dorado que les permita llegar al verano “más trigueños”.
Ese paisaje distinto que vivió la ciudad durante este fin de semana largo, también fue acompañado pro la presencia de un sinnúmero de veleros que participó de la regata “Copa de las Ballenas” organizada por el Club Náutico Atlántico Sud, aunque mientras los visitantes caminaban por la costa se encontraban con el maloliente ballenato muerto que permanece abandonado desde hace ya varios días frente a la intersección de Storni y Brown, al que todavía no habrían retirado hacia otras playas debido a que la mayoría de las embarcaciones de la Prefectura Naval Argentina continúan afectadas al operativo de búsqueda y rastrillaje del tripulante y la lancha desaparecidos en inmediaciones de Puerto Pirámides.
 
Consultas y principales inquietudes
 
Durante casi toda la jornada, los informantes que asesoran a los visitantes en las oficinas de la Secretaría Municipal de Turismo, atendieron alrededor de medio centenar de consultas por hora a un ritmo que se sostuvo desde temprano por la mañana hasta última hora.
Los recién llegados consultaban en su mayoría por cómo debían hacer para poder concretar un avistaje de ballenas, cómo llegar a Playa El Doradillo, las condiciones climáticas y los pronósticos, qué posibilidades había de llegar hasta Punta Tombo y cómo hacer para tomar el Té Galés en Gaiman, entre otras cuestiones.
 
Mal tiempo, buena cara
 
Pese a que las condiciones del clima no ayudaron, la mayoría de los visitantes no modificaron agenda. Sin embargo las fuertes ráfagas de viento que por momento superaron los 60 Kilómetros por hora, impidieron un buen número de paseos náuticos que en algunos casos fueron reprogramados como así también actividades de buceo y avistajes de ballenas en Península.
El mal tiempo, con temperaturas bajas, lluvias intermitentes, en algún momento hasta granizo y fuertes ráfagas de viento provocaron mayor concentración de gente en restaurantes y confiterías como así también en torno de actividades más sedentarias como vista a Gaiman, a Trelew y Punta Tombo.
Consultados algunos de los turistas listos para una de las excusiones hacia el Valle del río Chubut expresaban su satisfacción por recorrer la zona. “Estamos en Patagonia y sabemos que el clima es impredecible”, aseguró Diana, una porteña sesentona con ganas de tomar el té. “Es cuestión de abrigarse un poco y de aprovechar este magnífico contacto con la naturaleza”, agregó Carolina, una joven comerciante que manifestó su entusiasmo y la de sus dos hijos luego de arribar de Punta Tombo maravillada por la convivencia de pingüinos, guanacos y aves. “Es espectáculo impagable”, señaló.

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