Primera huella de la colonización galesa en la Patagonia
EL EMPLAZAMIENTO PRIMITIVO DE PUERTO MADRYN
Autor: Fernando Coronato coronato@cenpat.edu.ar
Fuentes documentales
Los dos documentos de la década de 1880 que explícitamente ubican el primitivo campamento en Punta Cuevas, tienen varios puntos en común. Ambos son narraciones de viajes exploratorios a la península Valdés, en los que la zona de Puerto Madryn fue lugar de pernocte. Ambos fueron escritos por colonos de notoriedad y aunque llegados poco tiempo antes a la Patagonia, puede suponerse que escribían con fundamento.
La primera narración data de 1885 y fue escrita por Thomas B. Phillips, quien cuenta lo siguiente (TP) : Este ángulo de la bahía había sido llamado Puerto Madryn por los colonos ... decidimos acampar allí y mientras algunos llevaban los caballos a pastar más arriba, otros ponían el equipaje en algunas cavernas, que en parte habían sido excavadas por los primeros colonos cuando desembarcaron, para usarlas de habitación. Muchas de estas cuevas testimonian del ingenio de los constructores por la forma de las molduras ornamentales que habían sido excavadas en la arcilla...Algunos dieron una vuelta por una notable caverna, a la que pudieron entrar porque la marea estaba baja. Encontraron el piso cubierto de valvas y las paredes de inscripciones; eran en su mayoría los nombres de los oficiales de la cañonera británica Cracker, que algunos años antes había sido enviada a visitar la colonia.
El segundo documento es el relato del viaje realizado por Llwyd Ap Iwan en mayo de 1886. Esta descripción se publicó en Gales, en el semanario "Y Celt" del 15 de marzo de 1889 (AI).
Haciendo una etapa del viaje, Ap Iwan y sus compañeros durmieron en los galpones de Puerto Roca. Puerto Roca es el nombre de ese fondeadero del Golfo Nuevo; después de pasar una punta que se mete en el golfo, frente al pozo de agua salada, henos aquí en Puerto Madryn, otro fondeadero mejor y más protegido. A lo largo de la cara oeste de la punta mencionada, del lado de Puerto Madryn, hay vestigios de las casas de los viejos colonos, donde habitaron cuando esperaban ser sacados, veinte años atrás. Las casas fueron cortadas en la roca arcillosa y blanca (tosca); era una hilera de hoyos excavados en ella y en ese lugar empieza el camino de carros a Rawson. En el extremo en la arena hay restos de un viejo barco. Pienso que están de antes que llegara el primer contingente; y más arriba en lo alto de la playa, hay viejas ollas grandes; parece que había barcos loberos que derretían el aceite en tierra...
Después de caminar unas 4 millas, llegamos al Valle Grande como llamaban los viejos colonos a un cañadón, o cuenca, que corre algunas millas al oeste de Puerto Madryn. Fuimos al lugar de la desembocadura en el mar, pero el viejo lecho está ahora seco...En este lugar se ha levantado el pueblo de Madryn desde que aquí empieza el ferrocarril al valle del río Chubut.
Pocas dudas quedan después de la lectura de estos documentos. Sin embargo, llama la atención que Ap Iwan mencione que se trata del lugar en que los colonos estuvieron en 1867 y que no hable de la llegada de 1865. Quizás dé por descontado que se trata del mismo lugar. Como se vio, lo mismo sucede con el testimonio de John D. Evans (JE), que menciona las excavaciones en 1867 pero no en 1865, debido a su corta edad. En el año 1867, Lewis Jones se refiere a las cuevas y playa de Puerto Madryn (LJ), con la naturalidad del que habla de algo ya conocido y no de algo construído en esa ocasión.
Si bien Ap Iwan es impreciso en la ubicación cronológica de las excavaciones, su relato menciona tres elementos cercanos a ellas que también aparecen mencionados en 1865 como próximos al campamento: el pozo de agua salada, las ollas de los loberos y los restos del barco encallado. La primera referencia alude a la perforación que hizo Edwyn Roberts en junio de 1865 (ER1) y (ER2), también mencionada por Glan Camwy (TJ) y por John D. Evans (JE) en ese mismo año. Por el relato de este último, puede suponerse que el pozo estaba situado cerca del campamento hacia el sur, sobre el camino a TreRawson. La existencia de ollas de loberos en 1865, como se vio, ya había sido mencionada por Richard Berwyn (LH), mientras que los restos del buque son mencionados por Lewis Jones (LJ) y Glan Camwy (TJ). La probabilidad de que esta triple coincidencia se repita en otro lugar de Bahía Nueva es bajísima (sobre todo por el pozo) y prácticamente permite afirmar que el lugar del campamento de 1865 y el lugar descripto por Ap Iwan, son uno mismo.
Por su parte, Thomas Phillips (TP) no duda en vincular a las cuevas con el desembarco de 1865. Su mención de una notable caverna (evidentemente natural, ya que la invadía la marea) en proximidad de las excavaciones, también coincide con la geografía de Punta Cuevas.
El único testigo presencial del desembarco del Mimosa que publicó alguna referencia al lugar del mismo fue Richard J. Berwyn. Se trata de las acotaciones que hizo al diario del Revdo. Lewis Humphreys, cuando éste fue publicado por "Y Drafod" en ocasión de la muerte de Humphreys, en abril de 1910 (LH). Entonces Berwyn era director del semanario y consideró util (y de veras lo fue!) agregar algunos detalles que habían sido omitidos. Gracias a su intervención sabemos por ejemplo, que el día de la llegada del Mimosa, la bandera...con el dragón rojo en el centro flameaba en la loma que domina las cuevas y en el ángulo oriental de la pequeña ensenada, entre la playa y los médanos, había un almacén... y una hilera de casillas de madera a medio levantar, que fueron terminadas en los días siguientes.
El mismo Berwyn en otra publicación (RB) proporciona el valioso detalle de que las casillas eran quince y de que cabían ocho per-
sonas en cada una.
A pesar de su brevedad, el testimonio de Berwyn es especialmente fidedigno y escapa a la sombra de duda que podría llegar a velar
los demás testimonios. Además de ser testigo presencial, Berwyn fue puntilloso en todas sus anotaciones. Fue secretario del comité de gobierno durante nueve años y llevó el registro demográfico los diez primeros años. En 1867 fue nombrado encargado del registro del movimiento de buques, tanto en Rawson como en Puerto Madryn. En 1871 fue designado administrador del Correo y en 1875 delegado de Migraciones. En 1880 la Oficina Meteorológica Nacional le confió las primeras observaciones sistemáticas en la Patagonia. Como se ve, además de ser en cierta forma el notario oficial de la Colonia, sus responsabilidades en el movimiento portuario y en el Correo, hicieron que tuviera que viajar con frecuencia a Puerto Madryn en aquellos años. (GH).
Así, el testigo presencial del desembarco de 1865 quizás mejor situado para dejar constancia del mismo, ubicó el primitivo campamento en el rincón este de la Curva del Indio, (i.e. cara oeste de Punta Cuevas).
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