"Bruno
Di Benedetto nació en Villa Domínico, Avellaneda,
y reside en la ciudad desde 1979. Poeta y creador, coordina
el Taller Municipal de Expresión Escrita para adolescentes
y adultos."
La década del 70' marcó, quizá como
ninguna otra, la historia de nuestro país, y como un
estallido arrojó hombres y destinos en diversas y muchas
veces fatales direcciones. "Llegué a Puerto Madryn
en el año 1979, escapando de un Buenos Aires opresivo:
el miedo que se respiraba provocaba mucha angustia y yo tenía
la sensación de vivir en un cementerio. Era militante
estudiantil y sindical, y una serie de coincidencias hicieron
que estuviera lejos de los lugares donde se desató
la represión".
"Aquí me encontré con el desierto, que
está del otro lado del mar; tanto vacío me hizo
pensar que tendría que sacar muchas cosas de mí
para llenarlo, que la desolación me ayudaría
a crecer, y así fue".
Comenzó su actividad artística en uno de los
primeros encuentros de escritores de la ciudad, cuando Damián
Berón, por entonces Director de Cultura, leyó
algunos de sus poemas. Al año siguiente, participó
en el espectáculo musical "Cosas nuestras";
integró, también, el grupo "Poesía
a la calle", que recuerda con especial cariño.
"Hoy es una especie de leyenda. Nuestro objetivo principal
era difundir la poesía; teníamos lemas como
"La poesía es un atentado celeste" o "La
poesía es un arma cargada de futuro".
"Organizábamos recitales en las plazas, hacíamos
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tiradas de dos o tres mil fotocopias con nuestra obra;
como jóvenes de los 70', la carga política era
importante. Esto de trabajar por plata es de ahora, antes
se hacían muchas cosas por amor".
Romper el silencio.
Di Benedetto publicó esporádicamente en distintos
medios del país y el exterior, aunque no todavía
en formato de libro. "Escribo cada tanto, casarme y tener
hijos me obligó a muchos sacrificios; hice como los
gobiernos: cuando la situación se hace difícil,
lo primero que recortan es la cultura... aunque nunca me alejé
del todo, ser poeta implica un compromiso constante con la
palabra".
Recopiló trabajos actuales y de años anteriores
en un volumen que tituló "Dormir es un oficio
inseguro", que espera editor. "La poesía
nace del silencio interior, la palabra rompe el silencio,
surge cuando lo que uno tiene adentro lo vence. Luego de muchos
intentos, esta es la primera vez que siento que tengo un libro
escrito".
Apasionado lector de Borges y de los poetas surrealistas franceses
(Bretón, Eluard, Artaud), coordina, hace más
de doce años, el Taller Municipal de Expresión
escrita para jóvenes y adultos. "La idea no es
formar escritores, sino desarrollar la creatividad a través
de la escritura. También comentamos autores, discutimos
textos".
"Asimismo, trabajo en un programa Municipal de charlas
de escritores en las escuelas, cuyo objetivo es acercar a
los alumnos al mundo de la literatura".
El poema que acompaña esta nota pertenece al citado
libro inédito "Dormir es un oficio inseguro",
que esperamos ansiosos.
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