1 2 P o e t a s C h u b u t e n s e s Por Sergio Pravaz especial para Nuestros Artistas
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D E B R I K A N K U D O V I C H
(Rawson - 1961)
Hijo de Rawson si atendemos a la convención formal, aunque en realidad estamos frente a un poeta que en la senda de León Felipe es un hijo de los caminos, trashumante infatigable que lleva por destino su canto lírico hasta lograr multiplicar el conjunto de sus visiones, la patria grande, es decir aquella que se encuentra corazón adentro, sobre su márgen extenso "...en el cuerpo sellado del único animal que desconozco" , como azota Ankudovich desde su iluminada y certera poesía.
Poeta oculto de obra vasta, ha publicado en diciembre de 1998 su primer libro "Veneno para hormigas", trabajo magnífico editado por Editorial Parque Chas para su colección "El Rey Tuerto" que por momentos alcanza una dimensión muy cercana a la del estampido de un disparo de pistola en el medio del silencio de una iglesia. Este vate de la errancia (conocedor del mejor surrealismo) es dueño de una conciencia que grita a voz dentaria y cuya furia se cuela y se asienta para decir: "...aunque te ofrezcan al paso de los trenes, miénteles siempre con la verdad".
Ankudovich fue el generador de un movimiento que se llamó "Poesía a la calle" que conoció la gloria a mediados de la década del 80 con el rescate de textos poéticos desempolvados en el asfalto y la tierra, en los paredones, en folletos artesanales que transitaron de mano en mano, de boca en boca, de piel en piel alcanzando a movilizar 6000 poemas, artistas plásticos, cantores populares, músicos, gente de teatro y todo aquel que reconociera en su sensibilidad ese elemento distintivo que emparenta y une a partir del arte y su conciencia social y colectiva en el lugar natural donde sucede la historia, es decir en la calle.
De su hombro descarga cuando aparece, sus recitales de poesía donde dice lo suyo con la convicción del que arrojó la piedra y presenta la mano. Apuesta (y fuerte) a conmocionar a través de la palabra, la música, las luces y la magia teatral de su puesta en escena. Como para seguir pensando que la estupidez y la banalidad son las que se quedan afuera y sin entradas cuando se apagan las luces y sale el poeta a enfrentarse a sí mismo.
QUEDA HECHO EL DEPÓSITO QUE PREVIENE LA LEY
Me he sorprendido comulgando
con roedores de métrica y ritmo
pero he rastrillado mi cabeza
hasta quedar fláccido de miedo
hasta castrar tanta lengua innecesaria
fui aplastado por mi propio cuerpo
me he arrastrado
por lujosos salones de arte
expuesto a dignos señores de oficio
poetas bicéfalos, putas en champagne
cadáveres de imprenta fácil
madrigueras literarias del buen comer
del buen seguir bien
lustradores de la moral
plásticos del plástico
doctores de moño almidonado siglo veintiuno
excavadores del lenguaje de aguijón crítico
esto no es un negocio señores
la sangre no se vende
el corazón no tiene sortija
no habla de Freud ni de sus madres reventadas
Acúsome de haber bebido del mismo vino.
ESCRIBO
Escribo con la mano que no sabe
escribir
dibuja a destiempo, torpemente
lo que el alma descarga tempestuosa
¿Acaso los ojos no son dientes
para detenerse en lo apetecible?
Están tan lejos
esos pájaros que vuelan de cerca.
Escribo cuando la poesía se aleja
escribo sus restos, su cadáver exquisito.
Escucho en la multitud (donde vivo escondido):
Pobres los pobres.
¿Yo?: Bien.
He descubierto algo novedoso,
temiblemente bello, oculto en el iris,
es un brillo salvaje,
un destello entre tanto naufragio,
una medalla, al menos salvable.
¿Deberían los hijos ver hombres desesperados?
¿O dejar que respiren su dulzura
en el paladar de los tragamonedas?
Pero no hay nadie allí afuera, nadie;
sólo barcos vacíos,
bosques encendidos.
¿Y ustedes señores?
Tanta vida ganada en la rapiña,
para confundir al poeta con ropaje de payaso
y mejor acorralar la inocencia
De todas maneras escribo,
escribo lo que sobra
al silencio del corazón que desborda;
de todas maneras
el espíritu vendrá por todos.
AVISO
Busco mujer habitable
en el espacio interno
de camino incierto
y pupila luminosa
que vuele al borde de la lluvia
de corazón sin llave ni prisa
una mujer liviana
que quiebre la niebla.
Preferentemente,
estatura de pájaro
que huye
sin rumbo
conocido.
ANTIGUO RETORNO
El niño arranca
los ojos del muñeco
recién llega al mundo
de los niños viejos
ha venido a morir
viene del paraíso.
NO SE COMO SE DICE
No sé cómo se dice,
nunca sé como se dice.
Es cierto:
dolor, estrella, bocamuerta.
Pero el ojo no duerme
donde el cuerpo descansa,
el ojo no descansa.
¿Mordedura de la luz?
No, no es cierto:
no sé cómo se dice.
nunca sé como se dice.
Lo más frágil de mi máscara
te lo llevas por espejo.
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